martes, 19 de abril de 2016

TODA UNA VIDA

Ahora que llego al ocaso de mi existencia me doy cuenta de lo que ha sido toda una vida contigo. Nos conocimos de jóvenes cuando rondábamos la veintena y media de años y desde entonces no nos hemos separado. Juntos hemos hecho algo más que formar una familia. Hemos envejecido haciendo gala de lo que es el verdadero amor. Los dos caminando año tras año en el mismo sendero, superando de la mano los obstáculos que la vida te pone y apoyándonos el uno en el otro cuando la cuesta arriba era dura. También nos hemos perdonado las veces que haya hecho falta pues los dos sabíamos que era la mejor forma de seguir unidos avanzando en nuestra vida. Hemos criado y educado a nuestros hijos, hemos disfrutado de ellos y hemos conocido a nuestros nietos. Hemos pasado momentos muy felices y otros no tanto. Toda una vida contigo. Hemos reído y llorado juntos. Hemos viajado, nos hemos perdido y nos hemos encontrado. Y ahora que el tic tac de nuestro reloj avanza hacia la hora de no retorno nos encontramos juntos de la mano, sentados en un rompeolas mirando un cielo estrellado donde cada brillo es un recuerdo de toda una vida. La vez primera que estuvimos así cada estrella era una esperanza y un sueño por lograr. Sonreíamos con rostros impolutos y ganas de luchar. Los deberes por hacer. Hoy que volvemos la vista atrás sonreímos entre arrugas y con ganas de descansar. Los deberes hechos. Hemos llegado a la meta y hemos cumplido y ganado nuestra carrera de fondo por equipos. Y de qué manera. Toda una vida contigo. Antes de marchar sólo quiero repetirte la palabra que tantas veces nos ha llevado al éxito: Juntos. Fin.


martes, 5 de abril de 2016

TÚ Y YO. YO Y TÚ.

Desde el día en que al mundo llegamos y nos ciega el brillo del sol ya estamos destinados tú y yo. Desde el momento en que nuestro corazón comenzó a latir y tuvimos conciencia para sentir ya estábamos destinados yo y tú. Y por más trabas, obstáculos y barreras que haya entre nosotros, nuestros caminos están abocados a fundirse en uno sólo, en uno mismo, en una senda común, donde tus pisadas y las mías se entremezclen dejando un maremágnum de huellas que se unifiquen en un mismo pisar. Y pasaremos a la historia haciendo historia. Como tantas otras parejas que sin saberlo ya tenían su futuro escrito en un paseo de dos por la vida.
Tú Eva, Yo Adán.
Yo Simba, Tú Nalha.
Tú Julieta, Yo Romeo.
Yo Fernando, Tú Isabel.
Tú María, Yo José.
Siempre Tú y yo.
Yo y tú.
Y nada más.