miércoles, 24 de noviembre de 2021

PERSPECTIVA

Venía a decir una tontería. O a escribirla. Bueno, no sé. Depende de cómo se mire. ¿Con perspectiva? El caso es que el Domingo estaba en el gigantesco Central Park tumbado en el césped y veía por el cielo diminutos aviones cruzar entre el inmenso azul dejando curiosas estelas blancas. Y pensaba qué podría coger cuatro o cinco de ellos en un puño. Los quería visualizar como así fuese su tamaño real, pero no, depende de la perspectiva, claro está. Horas más tarde emprendía el viaje de vuelta a mi país. Nada más ponerme en la cola de embarque el diminuto al lado del avión era yo. Y la aeronave podía albergar no a cuatro cinco viajeros, sino a doscientos. Me di cuenta entonces de que no dependía de la perspectiva, mi tamaño era el real y el del avión también. ¿Mienten las perspectivas? Conformé despegó y fue cogiendo altura lo que se fue haciendo diminuto fue el propio Central Park que horas antes era enorme. Al menos así lo veía yo desde la ventanilla mientras volaba por el mismo azul que se iba tiñendo de blanco tras el paso del avión. Y las personas de tamaño real se iban empequeñeciendo cada vez más. Entonces volví a la perspectiva y a la realidad. ¿Podría ser correcto el prisma de visión? ¿Quizás engaña la vista al cerebro? ¿Y el cerebro a la vista? Depende de cómo se mire. ¿Con perspectiva? Venía a decir una tontería. O a escribirla. Bueno, no sé.