jueves, 7 de diciembre de 2023

LOS SIETE MAGNÍFICOS

No sé si quien lea esta postal habrá visto la película "Los siete magníficos", rodada en los (ya lejanos) años sesenta, edad que nos rememora a nuestros abuelos y padres y que para nuestros hijos es similar a la edad del bronce. El caso es que aquel grupo de hombres cobraba caro su trabajo y, una vez, un cliente, hay que llamarlo así, rascándose el bolsillo, logró juntar apenas unas cuantas monedas para contratarlos. De cara a la galería era poco, muy poco, poquísimo. Pero para aquel hombre era todo. No tenía más. Y sumado a su nobleza y honradez, ofreció lo que disponía. Los siete se miraron serios. Nadie habría apostado por su reacción. Sin embargo, fue unánime. "Jamás nadie nos había dado tanto. Todo". Y cerraron el encargo. La verdad es que vieron que gente que tenía mucho, ofertaba un mucho que en realidad era un muy poco y, por el contario, éste buen hombre ofertaba un muy poco que para él era todo. Así ha de ser con el amor, no debe jugarse a las reservas ni a los porcentajes. Si se entrega ha de ser con los mismos adjetivos que aquellas monedas: con nobleza y con honradez. De este modo siempre entregaríamos todo de lo que disponemos. Y eso más que mucho. Lo dice incluso la oración... Yo te doy mi corazón, tómalo, tuyo es, mío no.