martes, 24 de noviembre de 2015

EL DIARIO DE LA CALLE

Hoy me he cruzado en los Juzgados con mi antiguo profesor de Derecho Penal. Llevo ya doce años ejerciendo la abogacía y él no se acordaba de mí pero yo lo recuerdo a la perfección. Me ha venido a la cabeza el día que nos dijo que la calle era un periódico de expresión. Se refería a las pintadas, firmas y sprays que plagan las paredes y muros. Mi profesor decía que observando esos textos e imágenes se podía conocer el estado latente de una sociedad. Siempre se ven quejas, reflejos de impotencia, expresiones de desánimo, etc. Cuando volvía de los Juzgados al despacho he ido leyendo esta "prensa gratuita" que está impresa por las calles. No faltaban insultos al político de turno. He visto pintadas de todo tipo que transmiten la sensación de estar inmerso en una sociedad falta de valores, en la que imperan la envidia, el odio y el rencor. Me negaba a creer lo que estaba leyendo en cada una de las pintadas de sprays. Todos los días paso por esas calles y nunca me había detenido a leer los mensajes o tal vez los tenga tan leídos que no hago caso a lo que narran. Hoy ha sido distinto. Cuando creía que no podía leer nada que me hiciera cambiar la opinión que estaba forjando, he avistado una pequeña joven pintando un corazón en el muro de un instituto mientras miraba al chiquillo que le gusta. Sus ojos reflejaban enamoramiento y travesura. Si bien su pintada no deja ser un mal acto al menos no transmitía exabruptos ni improperios. De hecho me ha sacado una sonrisa. Ojalá sea un punto de inflexión en el diario de la calle y éste se llene de amor, esperanza y sonrisas. No se perdería ese diario de la calle y más lustrosas lucirían nuestras paredes, reflejo de la sociedad como decía mi profesor.


lunes, 16 de noviembre de 2015

LAS MARAVILLAS DE LA NATURALEZA



Me gusta cuando miro las nubes e imagino caprichosas formas desplazándose por el cielo con la dirección del viento, formando la cabeza de un dragón o un delfín saltando en un océano. Me gusta cuando tumbado en una pradera, imagino una ola de verde hierba impactando en el tronco de un roble sito en mitad del mar de la llanura amarilla de un trigal. Me gusta cuando contemplo la lumbre y observo chispas de fuego que se producen en las astillas de los sarmientos de la seca vid emulando un espectáculo de fuegos de artificio al cobijo de la chimenea en una lluviosa tarde de otoño. Me gusta admirar al amanecer un conjunto de espumosas crestas marinas avanzando raudas hacia un pétreo rompeolas, mientras dibujo en mi mente una carrera de surfistas sobre ellas debatiéndose entre el equilibrio de la pirueta o caer y fundirse con las aguas de los mares. Me gusta ver el pequeño cactus que me han regalado con motivo de mi onomástica e imaginar que me mira feliz, sonriente, con ojos multicolores y pestañas enraizadas de sentimientos, con lágrimas de alegría porque seremos compañeros durante años y agitando en uno de sus espinosos brazos un conjunto de bellas flores que me da los buenos días derrochando amistad. Me gustan las maravillas de la naturaleza y la imaginación es una de ellas.


martes, 3 de noviembre de 2015

SIEMPRE COMBINAN

¿Os habéis parado a pensar que hay parejas de elementos, sustancias, instrumentos, alimentos, ropas, etc, que siempre combinan? Por ejemplo un pantalón vaquero con una camiseta de sport. O un chocolate con unos churros. O una corneta con un tambor. O unos huevos fritos con unas patatas. O un vaso de leche con una cucharada de miel. O una noche de verano con una estrella fugaz. No se sabe quién crearía esas combinaciones pero sí que parece mágico que en todo el mundo se disfruten de igual manera. Me alegra pensar que exista una especie de mano exterior que dirija estos emparejamientos para que nosotros los disfrutemos. Porque ¡nos encantan! ¿Imagináis lo que sería una vida sin las combinaciones que nunca fallan? Un sofá sin manta. Un Domingo sin siesta. Un cine sin palomitas. Una camisa sin corbata. Una granja sin gallinas. Nada sería igual. Y es que hay combinaciones que se han instaurado en nuestra vida y han arraigado tan profundo en ella que no concebimos el día a día sin ellas. No nos damos cuenta pero somos presa de las mismas. Pensadlo. Oye, tengo tequila. Y yo limones. Solucionado el chupito. Hay parejas que siempre combinan y salen a flote ante cualquier adversidad. Siempre encajan. ¿Estarán hechas el uno para el otro? Así me gusta a mí vivir. Así me gusta el amor, la amistad y la familia. Siempre encajando, siempre hallando la combinación. Impensable pensar que no combinen. ¿Una tostada sin mantequilla? Impensable, os decía.