viernes, 26 de junio de 2020

EL BOSQUE ANIMADO

Me encantaría vivir en un bosque animado donde no existiera el hambre ni el sueño, donde pudiera comer o dormir según quisiera y apeteciera, donde Caperucita fuera feroz y el lobo encantador, donde Peter Pan no volase sino corriese por senderos y caminos, donde Campanilla cambiase Londres por las copas de los árboles y el Capitán Garfio descansase en una hamaca, donde los gnomos fuesen reales y jugasen al fútbol con los trolls en mitad de una pradera rodeada de eucaliptos y pinos, donde Gargamel llevase de excursión a los pitufos y merendasen todos juntos en casa de la abuelita, donde los siete enanitos contasen chistes entre vasos de limonada, donde oliera a aromas de café recién molido, de pan recién horneado y de ropa recién lavada, donde el cielo fuese azul todos los días y las noches estrelladas, donde los colores brillasen independientemente de la luz que recibieran sin hacer sombras jamás, donde todo ser tuviera cabida y estuviese hecho de cariño, sonrisas y bondad, donde hasta las piedras sintiesen (si es que no lo hacen) y reflejasen los destellos de la luna, donde la Bruja Avería reparase todo lo que se estropease y el trenecito de Barrio Sésamo circulase siempre entre las juguetonas hojas del otoño mientras Espinete hace reír a los mayores recordando los inviernos y Don Pimpón juega con los niños a soñar la primavera. ¿Te encantaría a ti también?


martes, 9 de junio de 2020

IN MEMORIAM

La vida es tan caprichosa que a caprichos nos deja encaprichados. Cuando recibí esta imagen me enamoré de ella y la guardé celosamente en el maletín de borradores para derramar unas líneas sobre ella que seguro emanarían de mi tintero solas. Pero el capricho del destino era distinto y si a mí me evocaba un bosque llorando no sabría la causa hasta que hoy, cuando la fuerza del sino ha querido. Que se desprenden nubarrones y cuanto más la miro más húmedos están los árboles de los bosques de Montanuy mientras les resbalan las lágrimas por el tronco, es obvio. Que esos colores difuminados en tierra generarán un arco iris en la bóveda celeste mientras seguimos suspirando aquí abajo por un beso de la flaca, no me cabe duda. Que estas letras sean un pequeño homenaje para tu grandeza pues los que formamos Pictura et Verba crecimos entre cervezas mientras tu voz sonaba de fondo en los pubs, también. Que todo me parece bonito, bonita la paz, bonita la vida, bonito volver a nacer cada día, bonita la verdad cuando no suena a mentira, bonita la amistad, bonita la risa, bonita la gente cuando hay calidad, es una lección tuya que jamás olvidaré. No imaginé que el uso que daría a la imagen fuera éste, pero es para ti. La vida es tan caprichosa que a caprichos nos deja encaprichados.

Descansa, Pau. Seguiremos cantando tus canciones.