martes, 10 de octubre de 2017

LAS ESTACIONES



El tiempo sigue su curso incólume. Y hay muchas maneras de disfrutarlo. Quizás la más beneficiosa sea estar activo en todas sus versiones temporales y disfrutar de igual manera de las cuatro estaciones del año. Pero no resulta tan sencillo por motivos de gusto, de ánimo o de preferencia. Hay a quien le atrae más un chapuzón en la piscina en el mes de Julio que hacer lumbre en una cocina de campo una fría mañana de Febrero. Hay a quien le gustan las lluviosas tardes de Noviembre y no contempla las soleadas tardes de Mayo. Y hay quien afronta el tiempo que venga adaptándose a él. Los llamamos conformistas peor hay cosas en la vida contra las que no puedes luchar. ¿Acaso hay manera de enfrentarse a la atmósfera? Cuando hace frío no podemos rogar por el calor. Y cuando el sol se estrella no podemos implorar la tormenta. Tenemos que aprender a sonreír en cada situación y asimilar el conformismo como algo positivo cuando no cabe la lucha. Y el concepto tiempo es tan amplio que va ligado así mismo. Cuando pasa cierto tiempo hace otro tiempo. Es curioso el juego entre el avance del reloj y la climatología en un eterno ciclo. Y eso es mágico y la vida nos lo ofrece cada año. Vivamos cada momento de las estaciones y sonríamos ante una nevada en invierno, un campo de amapolas en primavera, un helado de limón en verano y unas castañas asadas en otoño. Total ellas seguirás su ciclo y se irán de nuevo para volver de nuevo. Siempre de nuevo. 


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