martes, 6 de marzo de 2018

EVOCACIONES

Si hay un sentimiento que a todos nos toca la fibra interna y puede llegar a humedecernos los ojos es la nostalgia evocadora. Y eso es así porque siempre conlleva recordar tiempos pasados que fueron felices o soñar tiempos futuros que nos gustaría que fueran a nuestro gusto. Forma parte de la vida el tener un destino inmanejable que nos depare sorpresas, a veces buenas y a veces malas. Y somos conscientes de ello y de ahí las evocaciones. A veces suspiramos recordando momentos que vivimos felices y, sin saber por qué o incluso sabiéndolo pero sin poder evitarlo, se acabaron. Y otras veces suspiramos anhelando que lleguen momentos que nos dibujamos felices en la mente. Y el pellizco al alma llega a ser total cuando a la evocación del futuro le añadimos la incertidumbre. ¿Llegará? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Quién? Y por más que nos empeñemos en querer contestar los interrogantes resulta imposible pues eso sólo la propia vida ampliamente entendida lo sabe. Y sabemos que es un tópico el "carpe diem" pero igualmente es una rotunda veracidad así es que dejemos de evocar y vivamos. Ya habrá momentos de recordar y de anhelar pero el presente es efímero. Disfrutémoslo. 


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