lunes, 11 de septiembre de 2017

PLATERO Y YO


Cuando llega Septiembre empieza el año de alguna manera. Es como si un nuevo 1 de Enero se colase en el calendario y diera rienda suelta a los propósitos que nos planteamos en Navidad y no hemos sido capaces de cumplir en lo que va de año. Y esta vez los hacemos de verdad. Empezar una colección, escribir la carta que se quedó en el tintero, hacer la llamada que se resiste, planificar en serio el viaje que ideaste entre turrones y sidras... Y recordar como pasan los años y siempre se repite de nuevo la historia el noveno mes del calendario. Cuando éramos niños empezaba el cole y jugábamos a soñar con Platero mil batallas y aventuras. Incluso antes estrenábamos babi para ir a parvulitos pero de eso apenas nos acordamos. Hace ya mucho tiempo. Ahora ya jugamos con un Platero viejecito y de cartón que nos trae otros recuerdos. Pero sí recordamos las mochilas nuevas y empeñarnos en que en ese curso íbamos a estudiar matemáticas pero de verdad. Y ahora hacemos otros propósitos y vemos como aquellos que hacíamos siguen estando vivos en nuestros hijos e incluso nietos. Sigue habiendo alegres borriquitos que nos acompañan en nuestros sentimientos y nos rejuvenecen el alma. Y nos hacen sentirnos niños de nuevo comiendo las uvas en Nochevieja y yendo al cole el primer el día mientras ideamos nuestros planes para ese año: aprobar inglés, apuntarnos a kárate, quizás meternos en una hipoteca, contraer nupcias o tener familia. Qué bonito es sentirse vivo y con ganas de seguir jugando a vivir sin saberlo, compartiendo sueños con Platero aunque ya no sea de juguete y de algodón y ahora sea viejecito y de cartón.


No hay comentarios:

Publicar un comentario