martes, 9 de enero de 2018

LA LOSA DEL DESAMOR

"-¿Y cuánto tiempo estaré así? -Yo estuve casi un año, no sé. No te puedo decir... Llegará un día en el que te levantes y todo habrá pasado. -No creo que consiga superarlo. -Ya verás como sí..." Quien haya tenido esa conversación sabe a que nos referimos. Es raro que haya persona en la faz de la tierra que no haya sentido el peso de la losa del desamor. Ese lastre injusto que no te permite vivir en armonía y te hace pensar que además de ser la parte perjudicada debes pagar un enorme tributo por no ser correspondido en el amor. Y hay que seguir. Siempre hay que seguir pues la vida que tenemos solo es una y es para vivirla. Ni los gatos que tienen siete desperdician momento alguno. Tiramos de la pesadez hecha lágrimas y el tiempo, aunque no lo creamos, va pasando. Y finalmente pasa ese "casi un año, no sé". Y recuerdas aquella conversación y te das cuenta que ya no duele como entonces. Y te ves reconociendo que aquellas frases de ayuda que tanto te hartaban al final tenían razón. Y descubres que los deportistas entrenan con pesas y lastres para coger más potencia y al liberarse de ellos correr más. Y compruebas que te has desprendido de la losa del desamor y te has hecho más experimentado y más fuerte. Y vuelas. Y vuelas alto. Y eres libre y sabes que vida tienes una. Y que es para vivirla. ¡Vive!



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