miércoles, 2 de noviembre de 2016

EN BUCLE

La mente es puñetera. Cuando algo se le mete dentro se pone machacona con ello. Basta que escuches una cancioncilla pegadiza y se repita en tu interior una y otra vez aunque tú quieras evitarlo. Si te enfadas con una persona la mente ocupa el ochenta por ciento de tus pensamientos en ella (está contrastado científicamente). Si un adolescente se enamora la mente centra el cien por cien en ocupar todos los pensamientos, ideas y deseos en el reflejo cerebral de su amor (igualmente contrastado). . La mente entra en bucle y se repite la misma idea una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez... Es indominable. Hoy pensaba en el antojo de una mujer embarazada. Su mente debe repetir una y otra vez el deseo de comer cierto alimento. Y pensaba si esa mujer embarazada y con antojo además estuviese enfadada con una persona y su mente repitiese una y otra vez a la vez el deseo de comer cierto alimento y repitiese una y otra vez el motivo de su enfado. Y pensaba si esa mujer embarazada, con antojo y enfadada también estuviese muy enamorada y su mente repitiese una y otra vez a la vez el deseo de comer cierto alimento, el motivo de su enfado y el nombre de su enamorado. Y pensaba si para colmo esa mujer embarazada, con antojo, enfadada y enamorada estuviese repitiendo en su mente una y otra vez y a la vez el deseo de comer cierto alimento, el motivo de su enfado, el nombre de su enamorado y la canción de moda. Y pensaba que el que entraba en bucle pensando era yo. Y dejaba de pensar. Pero mi mente seguía haciéndolo. Indominable. Lo que os decía. 


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