martes, 22 de noviembre de 2016

VOLARÉ

¿Cuántas veces hemos oído, planteado o enfrentado al dilema de ver el vaso medio lleno o medio vacío? Enfréntate sediento a un vaso de agua con líquido elemento hasta su término medio: ¿te alegras de que haya al menos medio vaso para calmar algo tu sed o te decepciona que falte medio vaso que podría calmar tu sed entera? No me valen los conformismos así es que ahórrate la respuesta de que algo es algo. Si se lucha es para ganar. O al menos esa debe ser la convicción ideal pues contra lo que depare el destino nadie conocemos a priori. En el amor es exactamente lo mismo. Sólo tú sabrás cómo enfrentarte al dilema. ¿Volará tu mente con tu corazón en busca del éxito o caerá tu mente arrastrando a tu corazón a la derrota? Qué fácil es opinar desde fuera cuando la víctima del interrogante no es uno mismo pero plantarle cara a la duda es complejo. Profundiza en ti mismo. Diluye cada una de estas palabras en tu interior y mira la imagen como si fuera el eterno dilema del vaso. Enfréntate a él. No juzgues desde fuera. Sé parte. ¿Estás empezando a volar o estás empezando a caer? Depende de tu ánimo. Habrá días que hablándole de tú a tú a este texto y a esta imagen estarás iniciando el vuelo y habrá días que enfrentándote a ellos estarás empezando a caer. Lo que cambia no es el vaso ni la medida de su contenido. Es tu ánimo. Eso sí, aunque hoy volarás y mañana caerás, nunca, nunca, nunca cohíbas a tu corazón. Él es libre de volar. ¡Vuela con él!


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