viernes, 20 de marzo de 2015

DÍA DEL PADRE

Hay un día en el que la vida llama a ser padre. Es de las cosas que no sabes por qué ni cuándo pero llegan. O deben llegar. Entonces es cuando comprendí la ilusión de transmitir tu sabiduría y experiencia a alguien que es vida de tu vida. Supe lo que es soñar despierto imaginando lo que sería abrazar a un hijo, tenerlo en brazos, verlo crecer, jugar y disfrutar con él. Entendí que eso es lo que sentiría mi abuelo con mi padre y mi padre conmigo. Y anhelé el poder sentirlo...
Y suspirando pensé en el pasado en vez de en el futuro. Y recordé momentos con él y me reafirmé en mi interior avanzando desde esos recuerdos del pasado hasta los instantes presentes. Un padre cree que siempre es él quien debe cuidar al hijo, pero la vida determina que en un momento ambos se cuidan mutuamente y que tras ello es el hijo quien debe cuidar al padre. Y la magia de este ciclo es cuando ese hijo se convierte en padre y ese padre en abuelo. Y digo magia porque tres personas, abuelo, padre e hijo, se convierten en cuatro, dos padres y dos hijos. Pero siguen siendo tres y unidas por el mismo vínculo. Fascinante transmisión de la paternidad, digno de elogio, de felicitación y de día marcado en el calendario para orgullo de todo aquel que que goza de tal condición. El sentimiento ha de heredarse de generación en generación y vuelve a iniciar todo ciclo cuando una nueva voz balbucea por vez primera "Papá".


Dedicado a todos los padres por la festividad de su día.

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