viernes, 19 de diciembre de 2014

TU RECUERDO

Nos gustaba ver las olas del mar rompiendo contra las rocas y salpicarnos con su espuma. Parecía que el tiempo no pasaba y podríamos estar así una eternidad. O dos. Pero el Sol no para y vuelta a vuelta iba avanzando y marcando el paso a las agujas del reloj. Mientras yo me entregaba a ti en cuerpo y alma, tú tan sólo lo ibas haciendo ya en cuerpo porque tu alma la retenías para ti misma. Y sin darme cuenta de ello la llama del amor decantó la balanza de mi lado. Mi llama crecía y crecía y la tuya a la par menguaba. Y tanto pesaba mi amor que al decantarse el fiel de la báscula por mí, me abrasé en mi pasión misma mientras tú marchabas libremente. Era tu faro en la vida y la luz que marcaba tu horizonte pero tu saliste de nuestro puerto para surcar nuevas aguas.
Hoy he vuelto a saber de ti. Viejos marineros en la lonja me contaron de tus andanzas sobre corceles de madera con popa y proa. He vuelto a pasear por el puerto y me he detenido en aquel rompeolas en el que nos juramos amor. Mi vista se perdía en los mares intentando hallarte dibujada en aquel punto en que la luna baña de plata al agua. Con dos lágrimas en los ojos he vuelto a encender el faro de tu semblante. Sólo de ti depende. Si ves mi luz, inconfundible para ti, síguela hasta el embarcadero y volvamos a retomar el sueño. Aún mantengo tu recuerdo.

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