martes, 2 de diciembre de 2014

SIGUIENDO TUS PASOS

Desde antes siquiera de que veamos la luz ya nos están allanando el terreno. Nueve meses paseándonos en su interior y marcándonos cuál será la ruta a seguir. Quedan hipotecadas de por vida con nuestro caminar, siempre pensando que no demos ningún traspiés, siempre pendientes de que la senda sea la correcta. ¿Cómo no van a estar nerviosas si se comen el filete con más nervio para que tengamos nosotros la tierna carne? ¿Cómo no van a tener sed si antes de que pidamos agua se retiran el vaso de la boca y nos lo ofrecen? Y jamás pierden la sonrisa cuando ven cómo avanza su hijo. Cómo da los primeros pasos que ella le va inculcando. Orgullo de madre.
Orgullo de madre convertido con el tiempo en orgullo de hijo.
Porque si alguien me enseñó a caminar...
Porque si alguien me educó en el andar del camino de la vida...
Porque si alguien me sirvió de bastón en mi infancia...
Porque si alguien implantó sus huellas en mi alma...
Eres tú, mamá.
Y cuando no estés conmigo ten por seguro que seguiré siguiendo tus pasos.
Te quiero, madre.
Tu hijo.

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