miércoles, 7 de enero de 2015

LUZ VERDE. JUNTOS.

Sebastián era un hombre costumbrista, arraigado en la tradición y capaz de superar las trabas por sí mismo. Siempre caminaba por la misma acera, con la misma velocidad de paso, con su gabardina, su bufanda a trazos de diferente tonalidad marrón y la prensa recién comprada. Llegaba hasta el cruce que separaba su barrio del siguiente y se encontraba siempre el semáforo en rojo, por lo que nunca pasaba sobre las franjas blancas pintadas sobre el asfalto. No conocía el amor y pensaba que su universo terminaba en el semáforo que delimitaba su paseo.
Aurora era una mujer evolutiva, adaptada a las nuevas modas y capaz de desenvolverse en cualquier situación. Caminaba unas veces por unas calles y otras veces por otras, sin seguir un orden preestablecido, unas veces lentamente y otras corriendo, unas veces con ropa más formal y otras con ropa más informal, siempre marcando tendencia. Llegaba hasta el cruce que separaba su barrio del siguiente y se encontraba el semáforo unas veces en verde y otras en rojo. No conocía el amor y no sabía si su universo terminaba o no en el semáforo que delimitaba su paseo.
Cuando el destino unió a Sebastián y a Aurora se mezclaron sus diferentes vidas forjando una nueva en común. Y juntos descubrieron que el semáforo también tiene una luz intermedia conocida por ámbar dado el color que evoca. Ninguno de ellos la conocía. La descubrieron juntos. Y juntos descubrieron también que adaptándose el uno al otro el semáforo, antes o después, siempre encendía la luz verde y los dejaba avanzar. Juntos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario