martes, 26 de mayo de 2015

EL PECADO ORIGINAL

Pues verán, Eva y Adán estaban en el paraíso, tan felices ellos, tan agustito así como cantaba Ortega Cano con el vino ya subido a la cabeza. A Eva le hacía tilín el señor Adán. Y a Adán le hacían tolón los... sentimientos cuando veía a la señora Eva. Y tilín, tolón, surgió el amor. Y esa fue la primera relación. Y claro, ya se sabe... Eva comenzó con "Cariño, vamos al cine. Cariño, llévame a comprar. Cariño, vamos a un spa..." Y así todo el día. Y el pobre Adán decía "Mira, Eva, rica mía, esto se llama Paraíso pero podría llamarse "Vitrinas de títulos del Club Navalcarnero" porque no hay nada de nada. Nada de lo que yo quiero, me refiero. No hay pistas de pádel, no hay videojuegos, no hay Champions League... Ni siquiera hay un bar para tomarme un pacharán." Total que lo único que había en el Paraíso era un manzano que daba limones. Muy místico todo ello. Y como los limones son ácidos y agriaban, Eva no los quería. Y Adán menos. Él solo quería cebada para hacer no sé qué brebaje. Pero Doña Serpiente, muy cuca ella, le decía a Eva: "¿Has visto el limón ese raro que es de color rojo? Seguro que si te lo comes Adán te lleva a Marina D´Or, Ciudad de vacaciones. Y la puñetera lo que quería era quedarse sola en el paraíso y reptar a placer. Y Eva, ingenua en temas de frutales, fue y cogió el limón pensando ya en tomar el sol en la costa de Levante. Y claro, le dio unos bocados y, ¡oh, sorpresa!, como no estaba ácido pues era una manzana (pero ella no distinguía entre una cafetera y un balón de fútbol) se quedó extrañada. Se lo llevó a Adán y le dijo: "Mira qué pomelo más raro. Es como una pera pero sabe a fideuá." Y Adán el pobre mío, por no oírla decir más tonterías pues él estaba muy puesto en Parques y Jardines y había hecho un curso de F.P. de Boy Scout, haciendo gala del dicho "Aquí está Velasco que a nada le hace asco", se lo terminó de comer. Y también le sorprendió pues era el primer coco que sabía a chuletas asadas. Total que sorprendidos los dos de aquel limón-manzana y sin saber ni lo que habían comido, dieron lugar, sin saberlo a la primera raíz del amor, el confiar y compartir. Y eso los hizo libres. Y se fueron, vaya si se fueron, pero en vez de a Marina D´Or al ViñaRock. Y se lo pasaron pipa. Adán conoció unos coleguis molones que fumaban unos cigarritos de la risa y bebían un licor llamado Don Simón (contiene sulfitos) y a Eva le dió por aprender a tocar la guitarra, así es que se apuntó a un cursillo CCC de Peluquería, precisamente porque con la primera entrega regalaban una guitarra española. Y volvieron al Paraíso tan contentos (con los cigarritos y con la guitarra) a buscar más melones de esos con sabor a piña tropical enlatada en su jugo natural con bajo contenido calórico y sin gluten. Y Doña Serpiente vio que se chafaba su plan, que allí no había quien pudiera reptar tranquila y tomarse un calimocho en paz. Y se enfadó y se lo dijo al Mesías. Y el Señor que, en esos momentos, estaba jugando al billar americano con San Pedro en los Cielos, le dijo que si se enfadaba dos problemas tenía pero que lo dejase en paz darle tiza al taco. Total que Doña Serpiente se piró de allí y dicen haberla visto en Gran Hermano Vip. Y Adán y Eva al verla marcharse del Paraíso sin despedirse de ellos ni nada, le preguntaron al Creador: "¿Señor, es que hemos pecado?" Y Dios les dijo: "Sí, pero muy originalmente". Y esa es la historia del Pecado Original. O más o menos, digo yo.


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