viernes, 15 de mayo de 2015

LA LUZ DEL ALMA



Hoy se ha muerto el abuelo de un amigo. Toda la mente se ha nublado salvo un ascua incandescente que, por mucho que el resto de luces se apaguen, sigue brillando. Es la luz del amor, de la amistad, del recuerdo, de la experiencia y de la confraternidad. Es la bombilla del alma que siempre permanece atenta para iluminarnos cuando más falta nos hace. En torno al velatorio he visto de nuevo abrazos, reconciliaciones, besos, caricias, lágrimas, lazos... Quizás la especie humana sea tan caprichosa que solo enciende esa bombilla cuando ocurre algo malo. Hermanos que no se hablan y con un fallecimiento encienden la luz del perdón. Familias que no salvan las distancias y con una pérdida unen sus cables de nuevo y vuelven a brillar. Amistades al borde de la desaparición que llegando un mal trago otra vez unen sus filamentos y refulgen como antaño. Cuán mágica es la luz del alma que aprovecha los duros momentos para romper las tinieblas del rencor, del olvido y de la enemistad. Cree en tu alma, enciende tu luz, no dejes que oscurezca nunca en tu interior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario