viernes, 29 de mayo de 2015

CAMPEÓN DE CAMPEONES


Cuentan que se juntaron una vez todos los sentimientos y organizaron unos Juegos Olímpicos entre ellos. En vez de con ropas deportivas vistieron con amaneceres y cascadas. El estadio y las pistas se llamaban Alma y Sociedad. Y la expectación era total. Se avecinaban preciosas pruebas de todo tipo. En el lanzamiento de peso estaban la furia y el rencor. En el tiro con arco se medían cara a cara la ironía y la falsedad. En la piscina se batían en duelo de natación la nostalgia y la pena. Y en las pruebas reinas de atletismo estaban enfrentados la paz, la guerra, el miedo, la mentira, la ilusión, la esperanza y muchos sentimientos más llegados de todos los hombres del mundo. Las pruebas se fueron desarrollando y fueron brillando los ganadores que lucían sus medallas. Subieron a los podios la amistad, la verdad, la nobleza, la justicia y la alegría con sus resplandecientes medallas de oro. Los recientes campeones decidieron elegir entre ellos al verdadero campeón de campeones. Y se dieron cuenta que hay un sentimiento que los englobaba a todos. El Amor. El amor es alegre, es justo, es noble, es sano, es pacífico, es ilusionante... No sabían describirlo sino como una mezcla de todos y cada uno de ellos. Tenía algo de todos los vencedores de la Olimpiada Sentimental. Fue aclamado y vitoreado y en volandas lo llevaron a un podio en el que no había segundo ni tercer clasificados. Reinaba sólo él. El Amor: campeón de campeones.



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